No tenemos suficientes datos sobre esta ruta para proporcionar un gráfico fiable que muestre cuántos días antes de la salida es el mejor reservar.
Sin embargo, por lo general, cuanto más cerca está de la salida, más caros son los pasajes.
No hay ningún vuelo direccional en la ruta de Angola a Perú
Los vuelos más cortos con cambio duran aproximadamente {{horas}} h {{minutos}} min strong>.
Idioma oficial: Español, Quechua, Aymara
Zona horaria: UTC -5
Moneda: Sol (PEN)
21 kilómetros al norte de la ciudad encontrarás una reserva arqueológica llamada Sóndor. Consiste en las ruinas de un templo anterior al Imperio Inca. Puedes tomar un colectivo desde el centro de la ciudad o ir en coche.
La Laguna de Pacucha está entre las principales atracciones de la zona. Se sitúa a una altitud de 3,300 m.s.n.m. Un día es suficiente para pasear y tomar un almuerzo en uno de los restaurantes locales.
Cada año, a finales de julio, tiene lugar la Yawar Fiesta en la región de Apurimac. Es un ritual de lucha entre un cóndor y un toro, simbolizando la disputa entre los locales y los conquistadores españoles.
Localizada a una altitud de casi 3,000 m.s.n.m., la ciudad de Andahuaylas no es el típico destino turístico, pero aquí podrás descubrir cómo es la verdadera vida en Perú.
Andahuaylas se sitúa a mitad de camino entre Cuzco y Ayacucho. Aquí es donde los viajeros pueden relajarse tras un viaje de varias horas (disfrutando, por otro lado, de una vista espectacular). A pesar de que la ciudad está construida a lo largo del río y parezca extenderse muchos kilómetros, en realidad, no es tan grande. Incluso puedes recorrerla a pie. Sal del hotel y mantén tus ojos bien abiertos, y pasea observando la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad, en su mayoría quechuas. Con su vestimenta colorida y tradicional, la sabrosa comida, la música alegre llenando las calles y un increíble paisaje que rodea las montañas entrecruzadas con numerosos senderos, Andahuaylas es un lugar inolvidable.
Si estás aquí un domingo, visita el mercado tradicional, situado junto al río, en la parte más al este de la ciudad. Los puestos están instalados a lo largo de un tramo de un kilómetro en la ribera, algo que lo convierte en uno de los mayores y más animados de toda Sudamérica. Puedes elegir entre una amplia selección de frutas y verduras frescas, coloridos tejidos, especias e incluso ganado (vacas, ovejas, llamas y cuyes), además de comer carne asada o conseguir remedios tradicionales, como el aceite de serpiente. También es un lugar de ensueño para los fotógrafos. Si no quieres perderte nada, llega por la mañana temprano.
¡Hacer turismo abre el apetito! Para remediarlo, acude a un típico restaurante peruano que sirva especialidades andinas. Por ejemplo, recomendamos Vista Alegre en Av. Malinas y Puma de Piedra en Jr. Los Sauces. ¿Qué deberías pedir? La uchullachua con papas y huevos vale la pena, hecha con chile fresco y huacatay (menta negra peruana). También puede gustarte el sancocho de cordero (asado con patatas y chile) y el kapchi de habas (hervidas con patatas a fuego lento en salsa aromática). Cuy asado es otra de las exquisiteces locales. ¿Quieres probar un poco?